¡Hola! Con mucho regocijo en mi corazón, hoy doy inicio a mi Blog, el que espero sea en beneficio de todos aquellos que están hoy y mañana en la búsqueda de nuestro Señor Jesucristo.
Recuerdo que cuando partió mi conversión, el versículo que más me identificó fue con el que titulo esta página, es decir, Job 28:28.
Este versículo se divide en dos partes. La primera parte : "He aquí que el temor del Señor es la sabiduría".
Al orar con este versículo, mi primer sentimiento fue de miedo a Dios. Algo así como: " si me porto mal, él me castigará". ¿Qué debo hacer entonces? - me pregunté. Llegué a una simple conclusión: "Debo obedecer a su voluntad. Poseer su verdad, seguirlo y amarle por y para siempre en mi corazón".
La segunda parte de este versículo: "y apartase del mal, la inteligencia". Al orar con este versículo, mi corazón engañoso me decía: - "Si, te has portado mal, pero no tanto. Hay otros que se portan peor que tú. Tú eres bueno, en resumidas cuentas".
Tenía grilletes invisibles en mi vida que hacían de mi vida un peregrinar miserable.
Pasaron 28 años para dejar mi primer grillete: El cigarrillo. Luego vino el alcohol y las malas amistades. La idolatría sin medida hacia un equipo de fútbol. Todos estos grilletes que esclavizaron mi vida, hoy gracias al Señor, son parte de mi conversión.
A medida que más conozco al único Dios verdadero, más grilletes voy abriendo en mi cuerpo, en mi alma y en la vida de mis seres queridos.
Difícil es el camino de seguir a Dios, de eso no cabe duda. El hacerlo, por lo tanto, te aseguro me esta haciendo LIBRE.
